Nakrasana y vatayanasana: cocodrilo y caballo, frente a frente. De ashtangayoga.info. |
A todo el mundo le llaman la atención los nombres de las posturas de yoga. En efecto, las posturas o asanas son uno de los aspectos más populares y atractivos de la práctica de yoga y están muy presentes en el imaginario colectivo. ¿Quién no ha oído hablar alguna vez de la postura de la montaña, del árbol, del gato, del perro, del camello, del muerto...? Aunque no se tenga muy claro en qué consisten exactamente ni se conozcan sus verdaderos nombres en sánscrito, representan lo que a cualquiera le viene a la cabeza cada vez que se habla de yoga.
Hoy, por lo tanto, escribiré acerca de nombres de asanas. Concretamente, y tal y como es propio de este blog, de los nombres de los asanas en el sistema de Ashtanga Yoga.
La mayoría de practicantes de Ashtanga Yoga saben que el método de Ashtanga Yoga según lo enseñó Krishna Pattabhi Jois consta de tres series de asanas: la primera serie conocida como yoga chikitsa o yoga terapia, diseñada para purificar el cuerpo físico y los órganos internos, la segunda serie o intermedia conocida como nadi shodana o purificación de los nadis, diseñada para purificar los canales energéticos y el sistema nervioso y la tercera serie o avanzada, subdividida a su vez en las series avanzadas A, B, C y D y a la que se conoce como sthira bhaga o fuerza y alegría, diseñada para los practicantes avanzados.
En cierto momento de su vida Pattabhi Jois afirmó que la primera serie estaba pensada para los estudiantes, la serie intermedia para los profesores y la tercera -y subsiguientes-, para llevar a cabo exhibiciones. En la enseñanza tradicional una persona no avanza hasta la siguiente postura hasta que ha conseguido cierto grado de dominio sobre todo lo que viene detrás. Los asanas y las series cada vez son más desafiantes, con una progresión paulatina que persigue un aprendizaje lento pero seguro, permitiendo que surjan en el cuerpo los espacios y la fuerza necesarias para avanzar y ofreciendo la posibilidad de trabajar, además del físico externo, aspectos internos del ser humano como la capacidad de atención, la tendencia a la agresividad ante la dificultad, la capacidad de aceptar aquello de lo que se dispone en cada momento y la impaciencia o la ambición por acumular, que recordemos se puede enfocar tanto hacia los lingotes de oro como hacia los asanas. En definitiva, hay numerosos motivos por los que las posturas no se añaden con imprudente generosidad y por los que no se avanza a través de las series a razón de una por mes o una por año tal y como se cubrirá próximamente en otra entrada de este blog. Por lo tanto, lo habitual es que una persona a lo largo de toda su vida como practicante de Ashtanga Yoga no llegue ni mucho menos a completar las seis series y quizás tampoco la quinta, la cuarta ni la tercera. Al fin y al cabo, la sanación del cuerpo físico y del sistema nervioso constituyen ya de por sí un desafío suficiente para la mayoría de practicantes.
Lo que muchos desconocen, en cambio, es que esta división. esta jerarquía en la práctica se traslada también a los nombres de los asanas. En efecto, los nombres de las posturas están divididos en tres grandes grupos: el primero corresponde a meras descripciones anatómicas, el segundo a objetos y seres del mundo y el tercero a deidades y sabios de la antigüedad. Así, no es casualidad que los once asanas de la secuencia fundamental que tras los saludos al sol dan inicio a la práctica de cualquier estudiante, sea cual sea la serie que practique, así como la mayoría de las posturas de la primera serie, sean descripciones anatómicas y geométricas de lo que hay que hacer con el cuerpo, por ejemplo: triángulo, ángulo de lado, estiramiento con pies separados, mano estirada con dedo del pie, estiramiento con medio loto agarrado, estiramiento hacia atrás, cabeza toca rodilla, ángulo sentado, ángulo tumbado, ambos pies, estiramiento frontal cara arriba... Se trata del primer peldaño del método, los cimientos sobre los que se erigirá toda la práctica, lo más básico pero también lo más importante y como tal queda reflejado en los nombres.
En la segunda serie o intermedia predomina otra categoría de asanas: las que hacen referencia a objetos y seres del mundo y que representan sus características físicas, a veces de forma totalmente fidedigna y otras después de un pequeño ejercicio de imaginación: nudo, garza, saltamontes, rana, camello, pequeño relámpago, paloma, cuervo, yogui durmiente, pluma de pavo, caballo, vara de hierro, cara de vaca... De esta manera, se avanza desde lo básico a lo intermedio, desde la geometría y la anatomía de la primera serie a la naturaleza y sus animales de la segunda. Huelga decir que esta secuencia de posturas supone un nivel de desafío notablemente superior, con intensas extensiones y torsiones de columna vertebral y posiciones con los pies detrás de la cabeza que contribuyen a estimular el sistema nervioso junto con posturas de fuerza y equilibrio que si no se han desarrollado durante el aprendizaje de la primera serie en este momento quedará patente.
La primera serie y la serie intermedia de Ashtanga Yoga con Sharath Jois: tarea para toda la vida. |
En cierto momento de su vida Pattabhi Jois afirmó que la primera serie estaba pensada para los estudiantes, la serie intermedia para los profesores y la tercera -y subsiguientes-, para llevar a cabo exhibiciones. En la enseñanza tradicional una persona no avanza hasta la siguiente postura hasta que ha conseguido cierto grado de dominio sobre todo lo que viene detrás. Los asanas y las series cada vez son más desafiantes, con una progresión paulatina que persigue un aprendizaje lento pero seguro, permitiendo que surjan en el cuerpo los espacios y la fuerza necesarias para avanzar y ofreciendo la posibilidad de trabajar, además del físico externo, aspectos internos del ser humano como la capacidad de atención, la tendencia a la agresividad ante la dificultad, la capacidad de aceptar aquello de lo que se dispone en cada momento y la impaciencia o la ambición por acumular, que recordemos se puede enfocar tanto hacia los lingotes de oro como hacia los asanas. En definitiva, hay numerosos motivos por los que las posturas no se añaden con imprudente generosidad y por los que no se avanza a través de las series a razón de una por mes o una por año tal y como se cubrirá próximamente en otra entrada de este blog. Por lo tanto, lo habitual es que una persona a lo largo de toda su vida como practicante de Ashtanga Yoga no llegue ni mucho menos a completar las seis series y quizás tampoco la quinta, la cuarta ni la tercera. Al fin y al cabo, la sanación del cuerpo físico y del sistema nervioso constituyen ya de por sí un desafío suficiente para la mayoría de practicantes.
Lo que muchos desconocen, en cambio, es que esta división. esta jerarquía en la práctica se traslada también a los nombres de los asanas. En efecto, los nombres de las posturas están divididos en tres grandes grupos: el primero corresponde a meras descripciones anatómicas, el segundo a objetos y seres del mundo y el tercero a deidades y sabios de la antigüedad. Así, no es casualidad que los once asanas de la secuencia fundamental que tras los saludos al sol dan inicio a la práctica de cualquier estudiante, sea cual sea la serie que practique, así como la mayoría de las posturas de la primera serie, sean descripciones anatómicas y geométricas de lo que hay que hacer con el cuerpo, por ejemplo: triángulo, ángulo de lado, estiramiento con pies separados, mano estirada con dedo del pie, estiramiento con medio loto agarrado, estiramiento hacia atrás, cabeza toca rodilla, ángulo sentado, ángulo tumbado, ambos pies, estiramiento frontal cara arriba... Se trata del primer peldaño del método, los cimientos sobre los que se erigirá toda la práctica, lo más básico pero también lo más importante y como tal queda reflejado en los nombres.
Urdhva mukha paschimattanasana o estiramiento occidental cara arriba by Nines Blázquez en Ashtanga Yoga Bilbao. |
Pincha mayurasana o pluma de pavo real by Fernando Gorostiza en Ashtanga Yoga Bilbao. |
En la segunda serie o intermedia predomina otra categoría de asanas: las que hacen referencia a objetos y seres del mundo y que representan sus características físicas, a veces de forma totalmente fidedigna y otras después de un pequeño ejercicio de imaginación: nudo, garza, saltamontes, rana, camello, pequeño relámpago, paloma, cuervo, yogui durmiente, pluma de pavo, caballo, vara de hierro, cara de vaca... De esta manera, se avanza desde lo básico a lo intermedio, desde la geometría y la anatomía de la primera serie a la naturaleza y sus animales de la segunda. Huelga decir que esta secuencia de posturas supone un nivel de desafío notablemente superior, con intensas extensiones y torsiones de columna vertebral y posiciones con los pies detrás de la cabeza que contribuyen a estimular el sistema nervioso junto con posturas de fuerza y equilibrio que si no se han desarrollado durante el aprendizaje de la primera serie en este momento quedará patente.
Finalmente, los nombres de las posturas en las cuatro series avanzadas en su inmensa mayoría hacen referencia a una tercera categoría de posturas: nombres de dioses y sabios a los que se dedican posiciones relacionadas con algún aspecto de su biografía: Vishvamitra, Vashistha, Chakora, Skanda, Durvasa, Kaundinya, Ashtavakra, Viranchy... Investigar el porqué de cada asana de las series avanzadas constituye una tarea realmente fascinante que transporta al estudioso a un fantástico mundo de dioses, mitos, leyendas y creencias milenarias. La naturaleza "avanzada" de estas series, con desafiantes equilibrios sobre las manos y contorsiones varias, queda así reflejada en los nombres de sus asanas. Desde la geometría y los seres mundanos de las primeras dos categorías se pasa ahora a las divinidades y sabios del pasado, en lo que constituye un peculiar homenaje que en cierto modo evoca a los antiguos griegos y a su costumbre de situar en las constelaciones a los personajes de su mitología.
Tras esto, quizás para muchos practicantes cobre ahora cierto sentido el hecho de que dos de las posturas "llave" de la primera serie sean asanas correspondientes no a la primera categoría predominante en la secuencia, sino a la segunda y tercera: kurmasana-supta kurmasana o la tortuga y marychiasana D, en referencia al sabio Marychi. Además, si se interpreta que Kurma no es sólo una mera tortuga, sino el segundo de los avatares de Vishnu mitad hombre mitad tortuga, podría situarse a las dos dentro de la tercera categoría. En cualquier caso, ambos son asanas especialmente difíciles que se suelen considerar imprescindibles para dar por completada la primera serie y que por lo general requieren un largo proceso de maduración. De hecho, buena parte de las asanas anteriores están encaminadas precisamente a preparar el cuerpo para poder completar dichas posturas.
Tampoco se puede decir que esta norma se cumpla a rajatabla, pero el estudio detenido (ver tablas abajo) de cada una de las series arroja esta interesante conclusión: el 68% de las posturas de la primera serie (incluyendo la secuencia fundamental) se corresponden con la primera categoría, el 18% con la segunda y tan sólo el 14% con la tercera; nada más y nada menos que el 72% de las posturas de la segunda serie caen dentro de la segunda categoría, por el 23% de la primera y un triste 5% de la tercera; finalmente, el 64% de las posturas de la tercera serie se corresponde con la tercera de las categorías, el 36% a la segunda y el 0% a la primera. Así pues, está claro que existe una lógica interna, una sabiduría en el orden de las secuencias de asanas de Ashtanga Yoga, y esto se percibe tanto desde el punto de vista de desafío físico como desde la propia nomenclatura escogida; no se ordenaron de forma errática ni caprichosa, sino intencionadamente y con un claro propósito.
Cuando Ashtanga Yoga llegó a Occidente algunos estudiantes se dedicaron a enseñar estilos de yoga basados en Ashtanga Yoga con la misma idea de vinyasa, respiración que guía los movimientos, pero en los que el orden original de las posturas era alterado, "barajado". El motivo no era otro que proporcionar a su clientela una experiencia más variada, más accesible, más "entretenida", pero con un enorme inconveniente: junto con el orden original, el propósito original también era dejado de lado y las posturas pasaban a ser algo parecido a los pasos de un baile o a una simple rutina de ejercicios físicos. Sin duda, las modificaciones sirvieron para que miles de personas en todo el mundo se colocaran sobre la esterilla pero, ¿qué queréis que os diga? Atrevida es la ignorancia. Gracias a este tipo de degradaciones hoy día muchas personas piensan que eso del yoga es la clase que hay en el gimnasio entre zumba y spinning o una manera genial de conseguir un cuerpo estilizado y aprender a hacer el pino. Y desde luego, los gigantes sobre cuyos hombros me quiero alzar para ver más lejos prefiero que se llamen Tirumalai y Pattabhi y sean unos eruditos del yoga y de su filosofía y no un Brian o un Larry, maestros del fitness de ambiciosas pretensiones que se crean haber descubierto y mejorado o "evolucionado" la fórmula de la pólvora.
El pasado fin de semana del 6/7 de octubre aprendí una nueva postura en un curso de seguimiento para estudiantes sin profesor que organiza Mysore House Madrid: nakrasana o la postura del cocodrilo, situada en el último cuarto de la serie intermedia. Un nuevo animal que viene a unirse a toda una colección de insectos y aves que pueblan el resto de la serie. Hace año y medio dediqué una entrada de este blog a la historia de Vashistha y Vishvamitra, dos sabios que se enfrentaron sobre la posesión de una vaca milagrosa, que lucharon encarnizadamente entre ellos y que posteriormente se reconciliaron y entablaron amistad. Su historia es homenajeada en las dos primeras posturas de la serie avanzada A: vashisthasana y vishvamitrasana. Curiosamente o, como no podía ser de otro modo, los dos sabios acabarían juntos, una detrás del otro, dentro de la secuencia de Ashtanga Yoga.
La tercera serie me queda muy lejos aún, pero mi recorrido a través de la segunda serie ha cumplido ya diez años desde que Sharath me enseñara pashasana en el 2008. Algunas posturas las he ido aprendiendo sólo después de varios años de práctica hasta el asana inmediatamente anterior y he tenido tiempo de sobra para reflexionar acerca de cada nueva postura. Los objetos y seres del mundo no suelen tener detrás grandes historias, pero en ocasiones parece como si entre los nombres de las asanas de la serie intermedia existiera cierta armonía. Así, tras la garza (krounchasana) aparecen el saltamontes y la rana (shalabasana y bhekasana), que bien pueden servir a la garza de alimento. A veces también me he imaginado una escena con una paloma sobre la joroba de un camello con un relámpago rompiendo el cielo tras ellos para ilustrar la secuencia camello-relámpago-paloma o ustrasana-laghu vajrasana-kapotasana. Las cuatro referencias a animales voladores en la secuencia insecto-pluma de pavo real-pato del Himalaya-pavo real o titthibasana-pincha mayurasana-karandavasana-mayurasana constituyen también un interesante momento de la serie en lo que se refiere a la nomenclatura. Y finalmente, con el cocodrilo comienza una secuencia de animales terrestres enlazados por un pedazo de hierro: cocodrilo-caballo-vara de hierro-cara de vaca o nakrasana-vatayanasana-parighasana-gomukhasana que, de algún modo, parecen estar relacionados.
Tras esto, quizás para muchos practicantes cobre ahora cierto sentido el hecho de que dos de las posturas "llave" de la primera serie sean asanas correspondientes no a la primera categoría predominante en la secuencia, sino a la segunda y tercera: kurmasana-supta kurmasana o la tortuga y marychiasana D, en referencia al sabio Marychi. Además, si se interpreta que Kurma no es sólo una mera tortuga, sino el segundo de los avatares de Vishnu mitad hombre mitad tortuga, podría situarse a las dos dentro de la tercera categoría. En cualquier caso, ambos son asanas especialmente difíciles que se suelen considerar imprescindibles para dar por completada la primera serie y que por lo general requieren un largo proceso de maduración. De hecho, buena parte de las asanas anteriores están encaminadas precisamente a preparar el cuerpo para poder completar dichas posturas.
Kurmasana o la tortuga by Fernando Gorostiza en Ashtanga Yoga Bilbao. |
Marichyasana D by Nines Blázquez en Ashtanga Yoga Bilbao. |
Tampoco se puede decir que esta norma se cumpla a rajatabla, pero el estudio detenido (ver tablas abajo) de cada una de las series arroja esta interesante conclusión: el 68% de las posturas de la primera serie (incluyendo la secuencia fundamental) se corresponden con la primera categoría, el 18% con la segunda y tan sólo el 14% con la tercera; nada más y nada menos que el 72% de las posturas de la segunda serie caen dentro de la segunda categoría, por el 23% de la primera y un triste 5% de la tercera; finalmente, el 64% de las posturas de la tercera serie se corresponde con la tercera de las categorías, el 36% a la segunda y el 0% a la primera. Así pues, está claro que existe una lógica interna, una sabiduría en el orden de las secuencias de asanas de Ashtanga Yoga, y esto se percibe tanto desde el punto de vista de desafío físico como desde la propia nomenclatura escogida; no se ordenaron de forma errática ni caprichosa, sino intencionadamente y con un claro propósito.
Cuando Ashtanga Yoga llegó a Occidente algunos estudiantes se dedicaron a enseñar estilos de yoga basados en Ashtanga Yoga con la misma idea de vinyasa, respiración que guía los movimientos, pero en los que el orden original de las posturas era alterado, "barajado". El motivo no era otro que proporcionar a su clientela una experiencia más variada, más accesible, más "entretenida", pero con un enorme inconveniente: junto con el orden original, el propósito original también era dejado de lado y las posturas pasaban a ser algo parecido a los pasos de un baile o a una simple rutina de ejercicios físicos. Sin duda, las modificaciones sirvieron para que miles de personas en todo el mundo se colocaran sobre la esterilla pero, ¿qué queréis que os diga? Atrevida es la ignorancia. Gracias a este tipo de degradaciones hoy día muchas personas piensan que eso del yoga es la clase que hay en el gimnasio entre zumba y spinning o una manera genial de conseguir un cuerpo estilizado y aprender a hacer el pino. Y desde luego, los gigantes sobre cuyos hombros me quiero alzar para ver más lejos prefiero que se llamen Tirumalai y Pattabhi y sean unos eruditos del yoga y de su filosofía y no un Brian o un Larry, maestros del fitness de ambiciosas pretensiones que se crean haber descubierto y mejorado o "evolucionado" la fórmula de la pólvora.
El pasado fin de semana del 6/7 de octubre aprendí una nueva postura en un curso de seguimiento para estudiantes sin profesor que organiza Mysore House Madrid: nakrasana o la postura del cocodrilo, situada en el último cuarto de la serie intermedia. Un nuevo animal que viene a unirse a toda una colección de insectos y aves que pueblan el resto de la serie. Hace año y medio dediqué una entrada de este blog a la historia de Vashistha y Vishvamitra, dos sabios que se enfrentaron sobre la posesión de una vaca milagrosa, que lucharon encarnizadamente entre ellos y que posteriormente se reconciliaron y entablaron amistad. Su historia es homenajeada en las dos primeras posturas de la serie avanzada A: vashisthasana y vishvamitrasana. Curiosamente o, como no podía ser de otro modo, los dos sabios acabarían juntos, una detrás del otro, dentro de la secuencia de Ashtanga Yoga.
Mayurasana o el pavo real by Fernando Gorostiza en Ashtanga Yoga Bilbao. |
La tercera serie me queda muy lejos aún, pero mi recorrido a través de la segunda serie ha cumplido ya diez años desde que Sharath me enseñara pashasana en el 2008. Algunas posturas las he ido aprendiendo sólo después de varios años de práctica hasta el asana inmediatamente anterior y he tenido tiempo de sobra para reflexionar acerca de cada nueva postura. Los objetos y seres del mundo no suelen tener detrás grandes historias, pero en ocasiones parece como si entre los nombres de las asanas de la serie intermedia existiera cierta armonía. Así, tras la garza (krounchasana) aparecen el saltamontes y la rana (shalabasana y bhekasana), que bien pueden servir a la garza de alimento. A veces también me he imaginado una escena con una paloma sobre la joroba de un camello con un relámpago rompiendo el cielo tras ellos para ilustrar la secuencia camello-relámpago-paloma o ustrasana-laghu vajrasana-kapotasana. Las cuatro referencias a animales voladores en la secuencia insecto-pluma de pavo real-pato del Himalaya-pavo real o titthibasana-pincha mayurasana-karandavasana-mayurasana constituyen también un interesante momento de la serie en lo que se refiere a la nomenclatura. Y finalmente, con el cocodrilo comienza una secuencia de animales terrestres enlazados por un pedazo de hierro: cocodrilo-caballo-vara de hierro-cara de vaca o nakrasana-vatayanasana-parighasana-gomukhasana que, de algún modo, parecen estar relacionados.
Así que la fábula del cocodrilo y el caballo que se publicó en este blog la semana pasada ha sido precisamente eso: una fabulosa explicación que se me ocurrió en el autobús de vuelta a Bilbao al curioso hecho de que en la serie intermedia de Ashtanga Yoga el cocodrilo y el caballo estén juntos por el estilo de la leyenda de Vashistha y Vishvamitra. No encontré nada en Internet respecto a una fábula o cuento que incluyese a esos dos animales y en seguida se me iluminó la bombilla en la cabeza: un cuaderno, un bolígrafo y más de cuatro horas de viaje hicieron el resto. La interpretación de la fábula me parece obvia en nuestro contexto histórico, pero prefiero dejarla en manos del lector.
Para concluir la entrada, a continuación se exponen los asanas de las tres primeras series de Ashtanga Yoga y su clasificación de acuerdo con cada una de las tres categorías que se han mencionado:
Posturas fundamentales + primera serie
| ||||
Categoría | ||||
Nombre | Traducción | I | II | III |
Posturas fundamentales
| ||||
Pādānguṣṭhāsana | Dedo del pie | X | ||
Pāda-Hastāsana | Pie con la mano | X | ||
Utthita Trikoṇāsana | Triángulo estirado | X | ||
Parivr̥tta Trikoṇāsana | Triángulo girado | X | ||
Utthita Pārśvakoṇāsana | Ángulo de lado estirado | X | ||
Parivr̥tta Pārśvakoṇāsana | Ángulo de lado girado | X | ||
Prasārita Pādottānāsana A | Estiramiento con piernas separadas A | X | ||
Prasārita Pādottānāsana B | Estiramiento con piernas separadas B | X | ||
Prasārita Pādottānāsana C | Estiramiento con piernas separadas C | X | ||
Prasārita Pādottānāsana D | Estiramiento con piernas separadas D | X | ||
Pārśvottānāsana | Estiramiento de lado | X | ||
Primera serie
| ||||
Utthita Hasta Pādānguṣṭhāsana | Dedo del pie con la mano estirado | X | ||
Ardha Baddha Padmottānāsana | Estiramiento con medio loto agarrado | X | ||
Utkaṭāsana | El poder | X | ||
Vīrabhadrāsana A | El guerrero A | X | ||
Vīrabhadrāsana B | El guerrero B | X | ||
Daṇḍāsana | El bastón | X | ||
Paścimattānāsana A | Estiramiento occidental A | X | ||
Paścimattānāsana B | Estiramiento occidental B | X | ||
Pūrvattānāsana | Estiramiento oriental | X | ||
Ardha Baddha Padma Paścimattānāsana | Estiramiento occidental con medio loto agarrado | X | ||
Tiryaṁ-Mukha Eka-Pāda Paścimattānāsana | Estiramiento occidental con una pierna en tres apoyos | X | ||
Jānu Śīrṣāsana A | Rodilla con cabeza A | X | ||
Jānu Śīrṣāsana B | Rodilla con cabeza B | X | ||
Jānu Śīrṣāsana C | Rodilla con cabeza C | X | ||
Marīcyāsana A | El sabio Marichy A | X | ||
Marīcyāsana B | El sabio Marichy B | X | ||
Marīcyāsana C | El sabio Marichy C | X | ||
Marīcyāsana D | El sabio Marichy D | X | ||
Nāvāsana | La barca | X | ||
Bhuja-Pīḍāsana | Presión contra los brazos | X | ||
Kūrmāsana | La tortuga | X | ||
Supta-Kūrmāsana | La tortuga tumbada | X | ||
Garbha Piṇḍāsana | El embrión en el útero | X | ||
Kukkuṭāsana | El gallo | X | ||
Baddha Koṇāsana A | Ángulo agarrado A | X | ||
Baddha Koṇāsana B | Ángulo agarrado B | X | ||
Upaviṣṭha Koṇāsana A | Ángulo sentado A | X | ||
Upaviṣṭha Koṇāsana B | Ángulo sentado B | X | ||
Supta Koṇāsana | Ángulo tumbado | X | ||
Supta Pādānguṣṭhāsana | Dedo del pie tumbado | X | ||
Ubhaya Pādānguṣṭhāsana | Ambos dedos de los pies | X | ||
Ūrdhva-Mukha Paścimattānāsana | Estiramiento occidental cara arriba | X | ||
Setu Bandhāsana | Puente en construcción | X | ||
Total: | 30 | 8 | 6 | |
Porcentaje (%): | 68 | 18 | 14 | |
Segunda serie o intermedia
| ||||
Categoría | ||||
Nombre | Traducción | I | II | III |
Pāśāsana | El nudo | X | ||
Krouncāsana | La garza | X | ||
Śalabhāsana A | El saltamontes A | X | ||
Śalabhāsana B | El saltamontes B | X | ||
Bhekāsana | La rana | X | ||
Dhanurāsana | El arco | X | ||
Pārśva Dhanurāsana | El arco de lado | X | ||
Uṣṭrāsana | El camello | X | ||
Ḻaghu-Vajrāsana | El pequeño relámpago | X | ||
Kapotāsana A | La paloma A | X | ||
Kapotāsana B | La paloma B | X | ||
Supta Vajrāsana | El relámpago tumbado | X | ||
Bakāsana A | El cuervo A | X | ||
Bakāsana B | El cuervo B | X | ||
Bharadvājāsana | El sabio Bharadvaja | X | ||
Ardha Matsyendrāsana | Media postura del sabio Matsyendra | X | ||
Eka-Pāda Śīrṣāsana | Un pie tras la cabeza | X | ||
Dvi-Pāda Śīrṣāsana | Dos pies tras la cabeza | X | ||
Yoga-Nidrāsana | El yogui durmiente | X | ||
Ṭiṭṭibhāsana A | El insecto A | X | ||
Ṭiṭṭibhāsana B | El insecto B | X | ||
Ṭiṭṭibhāsana C | El insecto C | X | ||
Ṭiṭṭibhāsana D | El insecto D | X | ||
Pinca Mayūrāsana | La pluma de pavo real | X | ||
Karāndāvāsana | El pato del Himalaya | X | ||
Mayūrāsana | El pavo real | X | ||
Nakrāsana | El cocodrilo | X | ||
Vātāyanāsana | El caballo | X | ||
Parighāsana | La barra de hierro | X | ||
Gomukhāsana A | La cara de vaca A | X | ||
Gomukhāsana B | La cara de vaca B | X | ||
Supta Ūrdhva Pāda Vajrāsana | El relámpago tumbado con el pie hacia arriba | X | ||
Mukta Hasta Śīrṣāsana A | La cabeza con las manos sueltas A | X | ||
Mukta Hasta Śīrṣāsana B | La cabeza con las manos sueltas B | X | ||
Mukta Hasta Śīrṣāsana C | La cabeza con las manos sueltas C | X | ||
Baddha Hasta Śīrṣāsana A | La cabeza con las manos agarradas A | X | ||
Baddha Hasta Śīrṣāsana B | La cabeza con las manos agarradas B | X | ||
Baddha Hasta Śīrṣāsana C | La cabeza con las manos agarradas C | X | ||
Baddha Hasta Śīrṣāsana D | La cabeza con las manos agarradas D | X | ||
Total: | 9 | 28 | 2 | |
Porcentaje (%): | 23 | 72 | 5 | |
Tercera serie o avanzada A
| ||||
Categoría | ||||
Nombre | Traducción | I | II | III |
Vasiṣṭhāsana | El sabio Vasistha | X | ||
Viśvāmitrāsana | El sabio Vishvamitra | X | ||
Kasyapāsana | El sabio Kasyapa | X | ||
Cakorāsana | El pájaro mágico Chakora | X | ||
Bhairavāsana | El terrible Bhairava, manifestación del dios Shiva | X | ||
Skandāsana | Skanda, dios de la guerra e hijo de Shiva | X | ||
Durvasāsana | El sabio Durvasa | X | ||
Ūrdhva Kukkuṭāsana A | El gallo hacia arriba A | X | ||
Ūrdhva Kukkuṭāsana B | El gallo hacia arriba B | X | ||
Ūrdhva Kukkuṭāsana C | El gallo hacia arriba C | X | ||
Gālavāsana | El sabio Galava | X | ||
Eka-Pada Bakasana A | El cuervo con una pierna A | X | ||
Eka-Pada Bakasana B | El cuervo con una pierna B | X | ||
Kauṇḍinyāsana A | El sabio Kaundiya A | X | ||
Kauṇḍinyāsana B | El sabio Kaundiya B | X | ||
Aṣṭavakrāsana A | El sabio Ashtavakra A | X | ||
Aṣṭavakrāsana B | El sabio Ashtavakra B | X | ||
Pūrna Matsyendrāsana | La postura completa del sabio Matsyendra | X | ||
Virañcyāsana A | Viranchy A, uno de los nombres del dios Brahma | X | ||
Virañcyāsana B | Viranchy B | X | ||
Dvi-Pāda Viparīta Daṇḍāsana | El bastón invertido con dos pies | X | ||
Eka-Pāda Viparīta Daṇḍāsana | El bastón invertido con un pie | X | ||
Viparīta Śalabhāsana | El saltamontes invertido | X | ||
Gaṇḍa Bheruṇḍāsana | El pájaro mitológico de dos cabezas Bherunda | X | ||
Hanumānāsana | El dios mono Hanuman | X | ||
Supta Trivikramāsana | Trivikrama tumbado, quinto avatar del dios Vishnu | X | ||
Digāsana A | El punto cardinal A | X | ||
Digāsana B | El punto cardinal B | X | ||
Utthita Trivikr̥māsana | Trivikrama estirado, quinto avatar del dios Vishnu | X | ||
Naṭa Rājāsana A | El rey bailarín A, forma del dios Shiva | X | ||
Naṭa Rājāsana B | El rey bailarín B | X | ||
Rāja Kapotāsana | La paloma real | X | ||
Eka-Pāda Rāja Kapotāsana | La paloma real con un pie | X | ||
Total: | 0 | 12 | 21 | |
Porcentaje (%): | 0 | 36 | 64 | |
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