La semana pasada se celebró en China el Primer Festival Internacional de Yoga desde el 17 de junio hasta el 21 de junio, Día Internacional del Yoga, que contó con la participación de varios maestros internacionales, entre ellos el director del Instituto de Ashtanga Yoga en Mysore, Sharath Jois.
Hasta mis manos ha llegado un artículo con una reflexión que hizo Sharath Jois con motivo de dicho festival. En realidad, no sé si se trató de un discurso hablado o de un texto escrito, pero me ha parecido lo suficientemente interesante como para traducirlo y colgarlo en el blog.
Soy consciente de que la comunidad de Ashtanga Yoga en Bilbao es una realidad todavía incipiente y, dado que me dispongo a abrir la primera escuela "oficial" de Ashtanga Yoga en Bilbao, creo que es un deber para mí hacer llegar a los miembros de su comunidad toda aquella información que les pueda resultar relevante. Seguramente haya muchos que desconozcan siquiera quién es Sharath Jois y qué es el Instituto de Ashtanga Yoga en Mysore que dirige. A través de este artículo se puede tener una escueta impresión de cómo es el sucesor de Krishna Pattabhi Jois, creador del sistema de Ashtanga Yoga, cómo entiende él la práctica de yoga y cómo cree que debería ser enseñado, así que os lo recomiendo:
El mundo necesita el yoga ahora más que nunca. Fijaos en el estilo de vida de la gente a lo largo y ancho del mundo. La India tampoco es ninguna excepción. Se ha convertido en un estilo de vida en cámara rápida, la gente vive apresurada para conseguir una multitud de cosas debido al mundo competitivo. El estrés se acumula dentro del cuerpo. Todo el mundo es proclive a tener una vida estresada. Aquí es donde el yoga resulta útil: para mantener el equilibrio del cuerpo y de la mente, mejorar el centro de atención en la vida, agudizar la concentración y disfrutar de una vida en paz.
Enseño Ashtanga Yoga, que es una de las formas clásicas de yoga. Los cimientos para practicar Ashtanga Yoga son el vinyasa (sistema de respiración y movimiento); tristhana (tres puntos de atención) y la eliminación de los "seis venenos" -deseo, ira, codicia, engaño, orgullo y envidia. Combinados juntos, pueden contribuir a la longevidad de un individuo.
El yoga lo puede practicar todo el mundo, sea joven, viejo o muy viejo, esté sano o enfermo. De hecho, la manera en que se le enseña a una persona joven es distinta de la manera en que se le enseñará a una persona anciana o enferma. Por lo tanto, cada estudiante debe ser considerado como una individualidad y ser enseñado a un ritmo que resulte adecuado para su situación en la vida.
Por desgracia, el mundo alrededor del yoga se ha diluido bajo el disfraz del "yoga moderno". No existe tal cosa. Hoy, veo que el yoga se practica en gimnasios, combinado con ejercicios aeróbicos, y en el mundo occidental ha adoptado una forma completamente distinta. El aspecto espiritual del yoga se pierde en todas partes. De hecho, la espiritualidad y el yoga están entrelazados. No puedes quitar la espiritualidad del yoga y practicarlo. Eso no se podrá considerar yoga en absoluto... Hay una urgente necesidad de revivir el yoga clásico en su forma espiritual, que yo creo es la auténtica forma de yoga. Eso es lo que estoy intentando hacer, mantener viva la tradición de Ashtanga Yoga antes de que alguien pueda reclamar su versión moderna.
También, me horroriza la aparición de montones de profesores de yoga y de escuelas que sólo tienen detrás un poco de entrenamiento básico y formal. Uno no se puede convertir en un profesor de yoga apuntándose a un curso de un mes de duración o a algún programa de certificación. Yoga es un modo de vida... Una práctica que necesita ser dominada practicándola seis días a la semana rigurosamente en su forma mas pura durante al menos tres años. En ese momento es cuando uno puede proclamar que es profesor de yoga.
En mi opinión, el conocimiento puede ser transferido sólo después de que el estudiante haya pasado muchos años al lado de un gurú experimentado, un profesor al que se haya rendido completamente en cuerpo, mente, discurso y ser interno. Sólo entonces está preparado para recibir conocimiento. Esta transmisión de profesor a estudiante es el parampara (tradición) y es lo que seguimos en nuestro KPJAYI (Krishna Pattabhi Jois Ashtanga Yoga Institute).
Nos aseguramos de que cualquiera que practique Ashtanga Yoga y pretenda enseñarlo, haya sido entrenado con nosotros durante tres años obligatoriamente. Sólo entonces, los autorizamos para enseñar Ashtanga Yoga en su forma original, incluyendo los aspectos espirituales.
El yoga es parte integral de nuestras vidas y no me puedo imaginar a mí mismo sin practicar yoga porque es uno de los modos de vida más simples que ayudan a construir la personalidad general de un individuo. El yoga ofrece mejor salud, paz en la mente y tranquilidad, y por encima de todo ello emerge un individuo exitoso. Mi mayor inspiración ha sido mi abuelo y seguir sus pasos ha sido una bendición para mí.
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